Hace 2 años

Manuel, de Orense

El coche estaba aparcado en el garaje. A mediodía, descubrimos con sorpresa que había estallado el cristal del parabrisas trasero. Llamamos al concesionario Renault y estos nos sugirieron que hablásemos primero con MAPFRE, por si deseaban tasar los daños. Así lo hicimos y, una vez comunicado el estado de cosas, nos indicaron el proceso a seguir y el resultado no pudo ser mejor. Llevamos el coche al taller de reparación de lunas, nos entregaron un coche de sustitución y, al día siguiente, nos llamaron para que fuéramos a recoger nuestro coche.