Hace 2 años

Rubén, de Zaragoza

Al salir de trabajar, me encontré que la batería de mi coche había dicho basta. Eran las 23h y trabajo en un polígono a 10 minutos de Zaragoza. La atención en la centralita de MAPFRE fue bastante rápida (en 25 min ya estaba la grúa) pero lo que más me desconcertó, por poco habitual, es la cercanía, profesionalidad y atención del gruista. No solo me solucionó la avería enseguida, sino que mientras se cargaba la batería, aprovechó para darme una masterclass rápida sobre mecánica de mi coche en concreto. No sé su nombre pero creo que las personas a las que le apasiona su trabajo, y te tratan así de bien, merecen respeto y consideración. Aquí va mi pequeño homenaje para ese gruista anónimo.