Un momento único en nuestras vidas

Hace 9 horas

Mari Ángeles, de Alicante

Saqué de un taller de Alicante, el día anterior, mi vehículo, donde había estado en reparación dos semanas. En principio, al recogerlo todo parecía correcto, el vehículo funcionaba genial y yo satisfecha de haberlo recuperado, pero a los mecánicos se les olvidó revisar la batería, no avisándome el vehículo de ningún fallo ese día. Al siguiente, debía conducir para ir al trabajo a unos 50 km. Iba con mis compañeros con los que comparto viaje de ida y vuelta cada día, cuando me percibí que me aparecían testigos amarillos de ABS y en rojo el de la batería!!! Casi nos da un pasmo, los cuatro a la vez dijimos: «¡noo!» y uno preguntó: «¿pero no lo sacaste ayer del taller?» «Pues sí, pero mira…» Así que con miedo a quedarnos tirados en medio de la autopista seguimos hasta nuestro destino y allí aparqué el coche y dije «voy a ver si me salen o no los testigos», pero… horror!!! no arrancaba, dos veces lo intenté y nada. Fui a mi puesto de trabajo, fiché y seguidamente llamé a asistencia de MAPFRE, donde me atendieron rápidamente y en menos de dos horas tenía a la grúa haciéndose cargo de mi vehículo, que por cierto el gruista era todo un experto, sacando la grúa con mi coche con mil maniobras, a pesar de la ayuda de personal de mantenimiento de mi empresa. Una vez fuera, condujo otros más de 50 km para dejarlo en el taller, donde confirmaron que se había descargado la batería. Por lo que la aventura acabó felizmente. Gracias MAPFRE.