Hace 2 años

Mª del Carmen, de Madrid

Soy de esas personas que suelen dejar el depósito más bien bajo de combustible, confiando en la luz de reserva. En esta ocasión calculé mal y me quedé sin combustible justo cuando recogía a los niños del colegio. La llamada a MAPFRE fue rápida y sin demoras. En poco tiempo se presentó una grúa en el lugar, retiró mi vehículo hasta la estación de servicio más cercana, me proporcionaron un taxi que nos recogió a mis hijos y a mí, acercándonos hasta la misma estación de servicio.

El conductor de la grúa repostó el vehículo por mí sin bajar el mismo de la plataforma por si no arrancaba. Tras la operación (que no tuvo más incidentes) bajó el vehículo. Todo fue muy rápido, todos fueron muy amables y me transmitieron mucha seguridad para el futuro, en el caso de que fuera necesario volver a comunicar una incidencia. Gracias.