#MAPFREstories

Hola, me llamo Inma y yo conocí a MAPFRE allá por los años 90, cuando compré mi primer coche, un Renault 5 amarillo con más años que yo. La antigua propietaria era asegurada de MAPFRE y, como le quedaba tiempo a la póliza, arreglamos todos los papeles en para quedarme yo con la póliza, que en ese momento tenía el vehículo. Desde entonces, todos mis coches (que no han sido pocos, pues me gusta cambiar de coche) y mi motos, han estado asegurados en MAPFRE, y ahora también mi casa. Alguna vez he tenido algún golpe en el coche, sin contrario, porque no me han dejado notificación de haberme dado, o he tenido algún problema de motor y ha tenido que venir la grúa, y la verdad es que siempre me han atendido muy bien. Nunca he tenido ningún problema y se han preocupado, lo primero, por los míos y por mí, y eso es un detalle de agradecer. Así que ahora que tenemos piso ¡ya sin hipoteca!, hemos tomado la decisión de confiar nuestro hogar a MAPFRE, por varios motivos; uno: siempre en la oficina a la cual hemos ido ha hacer trámites, siempre nos han tratado genial, nos han dado toda la información que necesitábamos y nos han aclarado todas las dudas. Si hemos llamado por teléfono, más de lo mismo y, cuando hemos tenido algún siniestro, la atención ha sido de 10; y dos, y la más importante para nosotros, ha sido la confianza con la que la agente de la oficina nos ha tratado, pues siempre nos explica los pros y los contras y nos hace recomendaciones 100% acertadas, así que un 10 para ellos también. Pues para nosotros es muy importante este círculo de confianza que hemos creado y que no se ha visto en ningún momento mermado por ninguna de las partes. Así que, nada más que decir, confianza 100% en MAPFRE. Gracias