Hace 2 años

Francisco, de Sevilla

De vacaciones en Punta Umbría, entrando en el parking, me di cuenta de que le pasaba algo a una rueda, que efectivamente estaba pinchada. Esperé un par de días para intentar arreglarlo yo mismo. La llave no podía quitar los tornillos, el gato no podía subir el coche, yo sudando como un cochino y mi mujer dándome la vara para que llamase al seguro. Después de unos 40 minutos, llamo a MAPFRE, me atienden y la grúa llega en unos 35 minutos y, en los siguientes 10, arreglado. Moraleja: llama a la grúa y hubieses tenido unas horas largas más de piscina y tintitos de verano en el hotel.