Hace 11 meses

César Alejandro, de Pontevedra

Son varias. Unas tres veces me quedé averiado con el coche, fuera de mi provincia, y rápidamente tuve grúa, taxi y coche de sustitución. Probablemente, y donde vi el peso específico de MAPFRE, tuvo que ver con la reclamación a un taller deshonesto. En la reparación efectuada después de un siniestro y en la que me tendrían que haber sustituido el radiador por uno nuevo, me pusieron uno viejo, sin yo saberlo, y a los dos años se averió. Gracias a la intervención de MAPFRE se tuvieron que hacer cargo y me dieron uno nuevo. ¿Y qué dijeron los del taller?  «Aquí tienes el radiador y quítame esa reclamación de MAPFRE». Y es que ser pícaro tiene consecuencias.