Hace 4 años

Carlos, de Barcelona

Llegué a pedir en un día fatídico hasta 3 grúas por quedarme en un camino embarrado. Me sacaron mientras diluviaba, posteriormente, el mismo día por los acelerones que di para poder salir del barro, tuvimos que pedir una segunda grúa una hora más tarde por un pinchazo, y no sólo fueron rápidos, sino muy amables y eficientes. Y por si fuera poco, unos kilómetros más tarde volvimos a pinchar… Un taxi privado de MAPFRE nos acompañó a un hotel, ya que era domingo y hasta el día siguiente no nos podían arreglar o sustituir la rueda.

Al día siguiente, nos facilitaron otro vehículo que me llevó hasta nuestro utilitario, ya con todas las ruedas nuevas.

Una mala experiencia que gracias a MAPFRE fue menos dolorosa.