Hace 1 año

María, de Málaga

Al llegar a mi segunda vivienda, en Santaella (Córdoba), descubro que uno de los cristales de la ventana de la cocina se había rajado por los efectos de las altísimas temperaturas. Rápidamente me acerqué a la oficina de MAPFRE y di parte del siniestro y, ese mismo día, se personó el reparador en mi vivienda para tomar medidas del cristal y proceder al encargo del mismo. En una semana (teniendo en cuenta que había días festivos de por medio) tuve solucionado el problema.