La esperanza se viste de MAPFRE

Hace 2 años

Isabel, de Valencia

Una tarde iba apurada a una cita y el coche no arrancó. Estaba dentro de mi garaje en una calle peatonal. Llamé a la asistencia MAPFRE y, en 15 minutos, tenía una grúa, que yo pensé iba a arrancarme el motor con pinzas para que el coche fuera a taller. Me sentí agobiada puesto que tenia la ITV al día siguiente y, ya se sabe que en agosto, de tardes, los talleres son difíciles. Mi sorpresa fue que el propio operario llevaba baterías consigo y se ofreció a sustituirla. ¡Por supuesto! Le dije. Y por un precio muy razonable, salí del garaje totalmente ok. Y en sólo 40 minutos.