La rapidez de las cosas sencillas

Hace 4 años

Ana, de Málaga

El coche no me arrancaba después de una visita comercial. Llamé a mi seguro y en unos 15-20 minutos llegó una grúa. El técnico de la grúa primero intentó solucionarme el problema y al no poder, llevó el coche a mi taller de confianza en el momento. Al ser un arreglo muy sencillo, se solucionó muy rápido.

Me quedo con la rapidez de respuesta desde que descolgué el teléfono para llamar al seguro hasta que me dejaron en el taller. Me asesoraron estupendamente. Yo no sabía por dónde empezar.