#MAPFREstories

Estaba conduciendo en la ruta entre Vilanova i la Geltru y Cubelles. Comencé a escuchar un ruido dentro del salpicadero, el equipo de A/C estaba en uso en ese momento, percibí un olor extraño y lo paré. Salí de la circulación en carretera, me detuve, traté de ver si podía generarse un problema mayor, y como no encontré el origen de la falla decidí requerir asistencia y trasladar el coche a taller. Tengo 77 años, conduzco desde los 17, es decir, que acredito en mi haber 60 años de conductor. Además de tener licencia de piloto de competición y licencia de aviador amateur privado desde los 18 años. Mi concepto de mantenimiento de un automóvil es similar al de un avión particular, es por eso que jamás he necesitado de una asistencia. Detesto y desprecio a quienes llaman por comodidad al servicio, para cambiar un neumático, excepto cuando se trata de un conductor que se halle impedido de hacerlo. No tengo otra historia, alguna vez tenía que debutar pidiendo una grúa de asistencia. Muy bueno vuestro servicio. Aclaro que soy usuario de MAPFRE desde hacen mucho a años, acá en España, en Argentina y también en Chile, donde residí una década por razones laborales y profesionales.

Todos los seguros de MAPFRE me han respondido bien. Me quedé tirado con el coche por un pinchazo en Manresa, puente del Pilar, y diluviando. A los 20 minutos tenía una grúa y el operario me cambió la rueda bajo la marea de lluvia que caía; con una sonrisa y de manera impecable. También, mi perro tuvo una cara operación debido a una inflamación en una glándula salival y mi seguro de Mascotas la cubrió íntegramente. En el Hogar no lo he tenido que utilizar (por suerte) pero seguro que sería una experiencia positiva.