Hace 1 año

Luis, de Madrid

Fui a aparcar junto a un árbol que tenía una protuberancia y estaba algo inclinado hacia la acera. El cristal lateral de mi furgoneta estalló literalmente en mil pedazos al realizar la maniobra. Contacté con MAPFRE y con la empresa reparadora, me ofrecieron un cristal provisional mientras llegaba el repuesto y me retiraron el cartón decorado que, con algo de humor, había puesto. Al día siguiente me instalaron el definitivo. La reparación fue puntual, llevó exactamente el tiempo establecido y en el vehículo no queda el más mínimo rastro de vidrio. Excelente.