Hace 1 mes

Jaume, de Barcelona

El siniestro fue durante varias tormentas eléctricas seguidas (poco habitual) y que nos pilló fuera de casa con los toldos extendidos. Al caer una fuerte granizada dañó las lonas y debido a una chispa eléctrica, se quemó uno de los motores. Se pasó el parte a la compañía, enseguida vino un perito a evaluar los desperfectos y pudimos escoger el color de las lonas que se tenían que cambiar. Al cabo de poco, vinieron a efectuar la reparación y sustitución de todo lo afectado, dejándolo en perfecto estado. Da gusto tratar con una compañía como MAPFRE, ojalá que no cambien nunca a peor, es una tranquilidad que tenemos en esta vida tan ajetreada.