Una anécdota para el camino

Hace 2 años

Jaime, de Baleares

Estábamos de paseo con un familiar que nos visitaba del extranjero y tuvimos una avería en el coche. Tras los nervios lógicos de esta situación, llamamos a MAPFRE para pedir una grúa. La atención y el trato fueron muy buenos; nos dijeron que la grúa llegaría en una media hora. A los diez minutos recibimos una llamada del conductor, de la grúa para confirmar el sitio donde estábamos. Cinco minutos más tarde ya estaba subiendo el coche a la grúa y llevándolo a nuestro taller de confianza.