Hace 2 años

Ana, de Pontevedra

Volvíamos con mi coche después de una tarde de relax con la niña y nuestros peludos, cuando el coche empezó a hacer ruidos raros y a oler a quemado. Sin saber exactamente donde estábamos, mandé una ubicación a la aplicación de MAPFRE para que enviaran una grúa. En dos minutos, me estaban llamando para concretar que había pasado. Al preguntarme cuántos íbamos en el coche, les expliqué que tres adultos y dos peludos. Al momento, se pusieron manos a la obra y, en 30 minutos, ya estaba el coche en la grúa y, nosotros, de vuelta a casa con nuestros peludos.