Hace 2 años

Jose Antonio, de Barcelona

Me llama mi hija diciéndome que ha reventado el neumático con un filo cortante. Con un berrinche tremendo por haber pinchado con su coche nuevo, llamo a Asistencia MAPFRE en carretera. Me dicen que tardan media hora. El berrinche sigue. La grúa se presenta en escasos 10 minutos y el disgusto va a menos. La salvación se intuye cerca. La gran profesionalidad y la amabilidad del profesional de la grúa al cambiar la rueda, mudó el disgusto por una gran sonrisa de mi hija. Una experiencia que sirve para reafirmarme en la decisión de optar por MAPFRE frente a otras compañías.